AMIGOS CON DERECHOS
Posted on martes, 26 de junio de 2012
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El sexo entre amigos es algo que surgió con la revolución del
sexo, cuando los matrimonios dejaron de ser arreglados y las mujeres dejaron de
ser objetos de reproducción humana. También sale a relucir el sexo entre amigos
desde el momento en que la mujer pasa por mil y una mala experiencia de pareja
pero necesita desahogarse, si así mismo desahogarse como los hombre, por otro
lado hay quienes son “Amigos con Derechos” solo por placer, por serlo o porque
simplemente paso y deciden darles larga a el asunto.
Está bien todo esto es muy bueno el sexo y todo eso, pero
tenemos que tener en cuenta que todo esto lleva a una serie de reglas y restricciones
que ambos deben conocer muy bien y hacer el pactos que no se deben violar estas
reglas, a menos que se llegue un mutuo acuerdo.
Primero, es crucial recordar que sólo se puede esperar buen
sexo de un amigo con derecho. Congeniar está bien, pero se prohíbe cualquier
implicación emocional. Las mujeres son las que peor lo llevan, ya que después
de hacer el amor, liberan una hormona llamada oxitocina. Esa hormona explica
porque necesitan mimos y caricias después del coito. Pero hay que distinguir
entre la ternura de un amigo con derecho y la de una pareja...
Segundo, tener sexo sin compromiso inevitablemente tiene una
fecha de caducidad. La brevedad garantiza más pasión e impide que surjan
sentimientos. El sexo nunca puede convertirse en amor. Allí está la gran
diferencia con un revolcón: según varios estudios, uno es más susceptible de
ser cariñoso después del sexo con un amigo que con un desconocido. ¡Que se
abstengan los que no pueden controlar sus sentimientos!
Y tercero, en cuanto uno de los dos se enamore del otro, el
juego ha de terminar. Seguir teniendo sexo sólo provocará daños colaterales, ya
que el que empieza a enamorarse va a esperar cada vez más y el otro estará con
la misma sincronización y no va a dar más de lo que da un “Amigo con Derecho”
Espero esto les de instrucción de lo que se debería de hacer
para que todo salga “bien” pero quien más adecuado para decirte que debes hacer
sino los protagonistas, un amigo que tuvo sexo con su amiga, o esa amiga que quiso
tener a su amigo.
Laura, diseñadora gráfica de 29 años, lo sabe bien. “Al cabo
de un año nos juntamos. Empezó como un juego, la amistad continuaba, pero él
tuvo una aventura con mi compañera de trabajo. Entonces me di cuenta de que me
había dolido y que él me interesaba más de lo que creía. Tuve que alejarme
durante un tiempo. Afortunadamente lo superé, seguimos con la amistad e incluso
tuvimos más sexo. Ahora la cosa ha caído por su propio peso”.
Para Laura ésta ha sido la única experiencia de este tipo y, a pesar del mal sabor de boca, se declara abierta a estas relaciones. “Creo que son bonitas porque con amistad y cariño va todo bien. El problema surge cuando te enganchas de tu amigo. Lo pasas fatal”.
Sandra, relaciones públicas de 37 años, también las reivindica. “Sé que es peligroso, pero resulta gratificante porque la intimidad corporal pesa mucho. Lo que debes saber es que a lo mejor él es tu ideal de pareja, pero nunca llegará a serlo de verdad”.
Una idea que mantiene Félix López: “Se suele tener una concepción idílica de este tipo de relaciones pero, por más que digas que no, las expectativas de un compromiso están latentes y se conservan”.
¿Y ante eso, qué puedes hacer? “Algunas veces he sido yo la que se ha enganchado. Y cuando ha ocurrido, he tenido que pararlo. Pero hablo de ello con mi amigo y me alejo un tiempo. Si la amistad es realmente fuerte, después hemos podido volver a recuperarla. Al revés también ha ocurrido, es decir, ha sido él el que ha ido más allá. Sin embargo, tengo la sensación de que a los hombres les cuesta más admitirlo y hablarlo. A veces hay que perseguirlos para que te expliquen qué es lo que les ocurre”, comenta Eva.
“En esto lo principal es ser claro desde el principio. En el momento en el que uno de los dos varía sus sentimientos, debe decirlo. Y tienes que asumir que si te pasa a ti y el otro no está enamorado te va a doler”, señala María, administrativa de 35 años.
Como todo en nuestra existencia, el sexo entre amigos tiene momentos fascinantes y riesgos latentes. Pero, según López, “lo mejor es entender que la vida sexual pertenece al reino de la libertad y de la toma de decisiones”.
Para Laura ésta ha sido la única experiencia de este tipo y, a pesar del mal sabor de boca, se declara abierta a estas relaciones. “Creo que son bonitas porque con amistad y cariño va todo bien. El problema surge cuando te enganchas de tu amigo. Lo pasas fatal”.
Sandra, relaciones públicas de 37 años, también las reivindica. “Sé que es peligroso, pero resulta gratificante porque la intimidad corporal pesa mucho. Lo que debes saber es que a lo mejor él es tu ideal de pareja, pero nunca llegará a serlo de verdad”.
Una idea que mantiene Félix López: “Se suele tener una concepción idílica de este tipo de relaciones pero, por más que digas que no, las expectativas de un compromiso están latentes y se conservan”.
¿Y ante eso, qué puedes hacer? “Algunas veces he sido yo la que se ha enganchado. Y cuando ha ocurrido, he tenido que pararlo. Pero hablo de ello con mi amigo y me alejo un tiempo. Si la amistad es realmente fuerte, después hemos podido volver a recuperarla. Al revés también ha ocurrido, es decir, ha sido él el que ha ido más allá. Sin embargo, tengo la sensación de que a los hombres les cuesta más admitirlo y hablarlo. A veces hay que perseguirlos para que te expliquen qué es lo que les ocurre”, comenta Eva.
“En esto lo principal es ser claro desde el principio. En el momento en el que uno de los dos varía sus sentimientos, debe decirlo. Y tienes que asumir que si te pasa a ti y el otro no está enamorado te va a doler”, señala María, administrativa de 35 años.
Como todo en nuestra existencia, el sexo entre amigos tiene momentos fascinantes y riesgos latentes. Pero, según López, “lo mejor es entender que la vida sexual pertenece al reino de la libertad y de la toma de decisiones”.
Tienes que ser responsable de tus necesidades y de cómo
resolver los problemas que se planteen. Así que, si tu amigo y tú se divierten
en la cama, lo quieres, respetas y deseas asumir el peligro, ¿por qué decir que
no?
Adelante inténtalo y recuerda tu sexualidad es tuya, nadie
manda sobre ella y tú la vives como mejor te parezca, solo teniendo conciencia,
de resto todo se vale. ADELANTE MIS SEXOSOS
SEXO EDUCATIVO